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Una mujer ha sido acusada en el primer caso de delito cibernético en Australia

Eleonora Di Felice

El primer caso de “cibercrimen” en Australia involucra la conversión ilegal de efectivo a criptomonedas. El superintendente detective del Escuadrón de Delitos Cibernéticos ha declarado que este arresto es el primero de muchos.

Australia ha registrado su primer caso de delito cibernético relacionado con las criptomonedas, en el que una mujer no identificada ha sido acusada de convertir ilegalmente efectivo en la criptomoneda líder.

La sospechosa, de 52 años, fue localizada y arrestada ayer en un centro comercial en Burwood. Es acusada de ser miembro de un sindicato que se beneficia del intercambio ilegal de Bitcoin.

La policía de Nueva Gales del Sur (NSW) confiscó 60.000 dólares australianos en efectivo y el equivalente a 56.694,43 dólares australianos en Bitcoin. La sospechosa fue acusada de tres cargos por uso deliberado de bienes producto del delito y por incumplir un requisito para el servicio de conversión e intercambio de moneda digital.

La investigación sobre la mujer comenzó en noviembre de 2018, cuando los detectives del Escuadrón de Delitos Cibernéticos del Comando Estatal del Crimen establecieron la unidad especial Kerriwah para investigar en Nueva Gales del Sur, a un sindicato dedicado al lavado de dinero a través de Internet. Principalmente, este grupo se dedicaba a la conversión ilegal de efectivo a criptomonedas.

Como parte de la investigación, el superintendente detective Matthew Craft, comandante del Escuadrón de Delitos Cibernéticos, alega que la wallet de criptomonedas utilizada por las personas involucradas ha transferido unos 326 bitcoins desde 2017.

“Eso equivale a más de 5 millones de dólares australianos al cambio de hoy. Esta es una cantidad significativa de bitcoins para un exchange no registrado,” explicó Craft.

Craft también reveló que ayer se ejecutó una orden de allanamiento en una casa en Hurstville, donde confiscaron el equivalente a 18.000 dólares australianos en Bitcoin, así como teléfonos, dispositivos móviles y ordenadores.

“Se cree que esta investigación en particular es la primera en Australia en la que se han identificado ‘exchanges’ de criptomonedas no registrados que pudieran ser llevados a juicio,”dijo el superintendente dctve. Craft.

Ofrecer servicios de intercambio y conversión de criptodivisas va en contra la ley australiana si no se cuenta con un registro apropiado para hacerlo. Las posibles consecuencias del incumplimiento incluyen una orden de sanción civil, penalización económica, entre otras sanciones previstas en la ley australiana.

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